Odio engrenda odio y la violencia engranda
violencia. Pero ¿qué soluciones tenemos?
Ayer Francia bombardeo Racqa, supuesta capital del
Estado Islámico, dos días después de que Francia sufriera el mayor ataque
terrorista en su historia.
La lucha contra estos salvajes debe de fundamentarse
en dos elementos: la cooperación internacional y la razón. Uno exterior y otro
interior. Uno que está en manos de los dirigentes nacionales y otro en nuestras
manos.
El Daesh quiere que odiemos, rechacemos y culpemos
al colectivo musulmán de estos crímenes.
El Daesh quiere hacer creer que estos crímenes son en nombre del mundo musulmán.
En nuestras manos está el conservar la razón, el saber que los musulmanes no
son culpables, que los refugiados que huyen de situaciones como la que ocurrió el
viernes en Paris (lo vivían a diario) no son culpables. “Not in my name”
rezaban los carteles de los musulmanes mostrando su rechazo a estos atentados.
El ISIS quiere crear el terror, crear el miedo y la
desconfianza. La eterna burbuja de seguridad europea se está quebrando. El terror es la fuente de energía de estos monstruos,
y Francia ya ha demostrado más de una vez que no sucumbirá a ese terror, que se
levantara una y otra vez hasta conseguir la paz y la justicia.
En nuestras manos no está el poder vencer al Daesh
militarmente, pero si está en nuestras manos hacer que no venza en nuestros
corazones.
@CarlosForlan1
@CarlosForlan1
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