miércoles, 30 de marzo de 2016

Amores de primavera.



Llegó la primavera y con ella los paseos por los parques. Ya se cumplieron los 100 días sin gobierno, sin un futuro político claro y con un país gestionado en funciones por el todavía presidente del gobierno, Mariano Rajoy.

En la mañana de hoy se ha producido el esperado encuentro Sánchez – Iglesias, donde, según las informaciones que hemos podido observar en los distintos medios de comunicación, Pablo Iglesias se ha presentado “muy generoso”, sin que apareciera en él la soberbia que, según los socialistas, mostraba en el pasado.  Pablo Iglesias le ha comunicado a Pedro Sánchez que está dispuesto a renunciar a la vice presidencia si eso impulsa un “gobierno del cambio”, un gobierno de izquierdas a “la valenciana”. La aritmética resultaría menos compleja con un pacto PSOE – Podemos más las distintas fuerzas que, sin muchas dudas, se podrían sumar a esta.

El principal obstáculo lo protagoniza el ya famoso desencuentro entre Ciudadanos y Podemos, que ambos consideran que es incompatible el coincidir en un gobierno.  Este problema se podría solucionar de dos formas, o bien Sánchez repudiando su acuerdo con Ciudadanos y tirándose a la coalición de izquierdas, o bien aceptando Podemos entrar en un gobierno con Ciudadanos por “miedo” a unas nuevas elecciones (con el permiso de Ciudadanos, por supuesto).

La reunión de esta mañana limpia la imagen de un Pablo Iglesias que estaba en su peor momento como líder político, y aleja las noticias y rumores sobre la división interna de Podemos tras los líos de dimisiones de “errejonistas” y la destitución del hombre fuerte de Errejón, Sergio Pascual.
Pablo Iglesias ha conseguido colocar toda la responsabilidad de formación de un gobierno en Pedro Sánchez. Ha conseguido tirar la pelota al tejado socialista, produciendo así una imagen a los suyos, con un claro mensaje: “Por mi culpa no será que Rajoy continúe en la Moncloa”

De esta forma, consigue apagar uno de los fuegos que hacían aumentar la temperatura en  su formación. Veremos como acaba esto. ¿Quién se casará con quién? Veremos si se resolverá con un triángulo amoroso, o si tendremos que volver a elegir a los novios en junio.

 Mientras tanto, Rajoy y el PP ya se temen lo peor. Quizá ahora se arrepientan de su continuo inmovilismo en todos estos meses. Porque llega la primavera, y ya sabemos que a uno dará amores, pero a otros dará alergias.

@CarlosForlan1

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