Llego el día, y sin novedades. Sucedió lo esperado, al menos
en términos absolutos. La propuesta de gobierno de Pedro Snchz con Ciudadanos fue rechazada por la mayoría de
la cámara, y por lo tanto, habrá que esperar al viernes (en teoría a las 21
horas) para ver la segunda votación, cuyo resultado se prevé idéntico a este último.
A pesar de ser una votación con resultado ya conocido, guardaba mucho interés ver como se desenvolvían
los nuevos en el Congreso, el reencuentro Rajoy – Sanchez, la reacción de los
independentistas…
Rajoy sorprendió, o al menos, me sorprendió. Irónico, sutil, ingeniosos,
duro…humillo a Sánchez. Nunca le perdono que llamara a Mariano Rajoy “indecente”,
y ayer Rajoy no tuvo piedad, como si la ha tenido otras veces. Sánchez volvió a demostrar que no está al
mismo nivel que el resto de sus competidores en los debates, sean del tipo que
sea. Ya llego a la investidura vestido de fracaso, sin guardar la más mínima
esperanza de que su gobierno pudiera salir adelante.
Pablo Iglesias adopto una postura más radical, con un
discurso duro y reivindicativo, que no se si gustara por completo a sus 5
millones de votantes. Iniciando su discurso hablando del franquismo, en él
vemos esa España de posguerra, impropia en gente de su edad. Lo más lejos que
puede llegar la mentalidad de época de este señor es (como mucho) a 1978. A
veces da la sensación de que a Pablo le hubiera gustado vivir la época oscura
de España, de guerra civil y dictadura.
Albert Rivera se presento como el moderado, defendiendo
mejor que Sánchez el pacto firmado entre sus dos formaciones. Si se le
preguntara a alguien no informado de la vida política española, se les pusieran
los discursos de Sánchez y de Rivera, y se le preguntara quien es el candidato
a la presidencia del gobierno, respondería que el candidato parecía Albert
Rivera, y así es. ¿Por qué un pacto C´s-PSOE? Cuando Albert (y el resto de la
humanidad) sabía que era prácticamente imposible que saliera adelante, y que supondría
un estigma (ya veremos con que efectos) de cara a unas nuevas elecciones. Está claro que Albert se ha colocado en una posición
relevante, o más que relevante, visible, teniendo en cuenta las circunstancias
post electorales (40 escaños y sensación de fracaso entres sus filas). Veremos
si estos movimientos le son favorables, como indican las encuestas.
La campaña electoral ha comenzado, pues, salvo milagro,
volveremos a tener unas elecciones generales a finales de Mayo, principios de
Junio.
¿El resultado? El mismo, o casi. En mi opinión, solo veo
posible una salida: la gran coalición. La pregunta es, ¿verán la realidad PP y
PSOE antes de forzar nuevas elecciones o están a tiempo y llegaran a acuerdo
antes de convocarlas?
Bienvenidos de nuevo al cuento de nunca acabar.
@CarlosForlan1
No hay comentarios:
Publicar un comentario