Comparezco aquí hoy ante ustedes para hablarles de algo tan banal como es una querella. ¿Qué calibre puede adquirir un elemento judicial como este para centrar nuestra atención en el presente escrito, teniendo en cuenta el sinfín de querellas, denuncias y demás trabajo de picapleitos en el que se encuentra sumida nuestra España? Pues posee una relevancia notable. Más que nada, por los púgiles políticos que la protagonizan: el señor Pablo Iglesias y doña Esperanza Aguirre.
En el caso de que desconozcan de qué va la cosa o se encuentren descolocados, despreocúpense que yo les actualizo. Mi querida Espe, en su desesperado (y patético, si me lo permiten) intento de desacreditar a los podemitos, los relacionó con ETA y con Venezuela, estos la denunciaron y un juez lo ha admitido a trámite. Creo que nadie duda de que la campaña del Gobierno para rebajarle los humos a su monstruito ha sido un fracaso, al persistir en una estrategia que sobradamente se ha comprobado desastrosa. Aunque no es de extrañar, teniendo en cuenta el nivel y las perlas que envueltas en papel de regalo nos otorgan Premios Nobel como Rafael Hernando, o la traición ideológica ideada por el lumbreras de Arriola seguida a ciegas por el incorruptible Mariano.
Pero hoy nos movemos por otros lares. Conste en acta que Esperanza Aguirre es un animal político al que admiro, aunque aquí le dé caña. Quiero dirigirme al osado dueño de la toga que ha perturbado la tranquilidad de Génova una vez más. Estimado señor juez: de sobra conozco de la irrelevancia que probablemente tiene esta opinión que aquí vierto, pero como sé que usted es buena gente (o por lo menos lo imagino), déjeme que le diga alguna cosilla que puede ayudarle a dirimir esta farragosa contienda.
Permítame comentarle que lo que la señora Aguirre proclama no es ninguna tontería. Y antes de seguir, si alguien duda de lo que aquí voy a plasmar, les diré que todo está sobradamente documentado. La Espe acusa a Podemos de apoyar a ETA. Yo quizá no me atrevería a decir tanto, si bien es verdad que se aprecia, cuando buceas una mijita en la hemeroteca, una afinidad cuanto menos preocupante. Y no voy a hablarles de la herriko taberna famosa, o de Herrira, o de la foto de Pablo con etarras en Cuba. Son cosas a mi modo de ver repugnantes, pero a la vez irrelevantes si lo comparamos con otras.
Monedero, el trotskista simpático que diría mi querido Federico Jiménez Losantos, ha justificado en más de una ocasión la violencia de ETA hasta la muerte de Franco, a la vez que el señor Iglesias no duda en expresar su apoyo y simpatía por un terrorista como es Arnaldo Otegui (o por otro simpatizante y colaborador de la banda como Sabino Cuadra, el pinfloi de la ikurriña en el Congreso). Si esto no les parece suficiente, puedo decirles que, a su vez, en el programa de Intereconomía "El Gato al Agua", Pablito ensalzó como mitos del antifranquismo, a asesinos etarras como fueron Ángel Otaegui y Juan Paredes Manot (entre otros terroristas anarquistas y comunistas). Y ya la requeteleche llega con Eneko Compains (etarra, hijo de etarra y hermano de etarras), al cual, además de invitar a su covachuela en diversas ocasiones, le han pagado incluso una beca.
Hay gente que opina que estos elementos carecen de importancia, o por lo menos, la suficiente para dejar de apoyarles. Yo sólo digo que, desgraciadamente, estas cosas son así y están probadas (en YouTube, vaya). Así que, señor juez, ejecute usted el fallo que considere oportuno. Y, queridos lectores, saquen ustedes a su vez sus propias conclusiones.
¡¡Un saludo!!
José Arquer
@josearquer95
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