miércoles, 6 de mayo de 2015

La vuelta al cole

En primer lugar, quiero pedirles disculpas al ser mi línea bloggera en exceso monotemática (hoy volveré a hablar de asuntillos de estar por casa de Podemos), si consideran que me hago pesado, díganmelo sin dudarlo. Sin embargo, el artículo de hoy va a seguir una línea que, teniendo en cuenta la ideología de este su humilde servidor, les sorprenderá cuanto menos.

No sé si tuvieron la suerte (o la desgracia, según se mire) de disfrutar ayer del debate de investidura para la presidencia de la Junta, donde la magnánima Susanita buscaba desesperadamente a algún partido que no le diera deliberadamente la espalda a la hora de la votación. Múltiples anécdotas podría narrarles de tamaño acontecimiento, mas prefiero centrarme en un aspecto que, no por derecha o izquierda, sino por convicciones morales, me veo obligado a denunciar.

Y con esto me estoy refiriendo al denigrante trato que se le otorgó a la representante de Podemos, Teresa Rodríguez, a quien, desde las bancadas popular y socialista, se le lanzaron toda clase de improperios, del estilo de "no tienes ni puta idea" o "mejor cállate bonita", basadas en la inexperiencia en este mundillo de la gaditana. Encontrándome yo situado en las antípodas ideológicas de esta señorita, puede quizás extrañarles esta defensa. Pero ya puede ser del PCPE la mujer, vaya, que no se merece ese denigrante trato de parlamentarios que, en muchos casos, han vivido de la mamandurria pública toda su existencia. Mira que es fácil desmontar las ideas de Podemos y sus propuestas suicidas de forma correcta, que van e inciden en el ámbito personal, territorio que debería estar vetado en los entes públicos, aunque a los españoles nos guste más este ámbito que a un tonto un lápiz.

Hacen gala de su extraordinaria torpeza una vez más estos señores de la llamada "casta" (a la que, por otra parte, ya pertenecen los podemitos) al menospreciarla de este modo. Ya lo calificó la misma Teresa, expresando su disgusto diciendo que "esto es peor que el instituto". Y harto preocupante resulta que el nivel de nuestros diputados se encuentre en extremos similares a los de los parvulitos. Aunque bueno, en una comunidad hiperpoblada de mangantes y sinvergüenzas socialistas, e inútiles populares, de qué nos vamos a extrañar.

¡¡Un saludo!

José Arquer
@josearquer95




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